|Miroslava Herrera
Invierno, te siento.
La luna de tus mañanas decora tu esencia de una forma dulce y calmante
Llegas como una caricia que recorre mi piel y me hace viajar a un universo distinto.
Entrando en sintonía con mi corazón, haciéndolo vibrar.
Mis ojos se iluminan emanando una luz que viaja por entre mis dedos y recorre mi mundo, saciando mi sed de ti.
¿Cómo es que eres tan perfecto, Invierno?
Que profundo y delicado sueles ser, dolor y caricia a la vez.
Rozas mis labios con tu fría esencia detonando en mí una revoltura de emociones que aún no puedo descifrar, solo sé que te siento.
Invierno
Haces que los átomos y moléculas de mi ser se alboroten y me hagan sentir tu frío ser.
Pero mi cuerpo parece agradarle, no se estremece, se llena de tu brisa, lo sosiega
Incoherente, así como lo que me hace pensar. Extraño, así como lo que me haces sentir.
Cierto día no eres tan frío.
Mi corazón y piel no sienten dolor, si no cariño.
No te vayas de mis brazos, invierno.
Ven aquí que te quiero cerca de mi alma, dulce y tierno Inverno
Acaricia mi piel una vez más, hazme viajar y conocer tu inefable cosmos.
Toca mi corazón, tómalo con fuerza no lo dejes ir.
Envuélveme una vez más en tus caricias matutinas y pasiones vespertinas.
Solo un minuto más de tu frío que quema, que arde, que me hace sentir viva.
Invierno, sacúdeme con tus vientos, despiértame con tu divina luna
Te tengo que dejar ir, Invierno, hoy me entrego por completo a tu recuerdo.
Hermosa descripción de un sentimiento.
Me gustaLe gusta a 1 persona