Todo lo que tengo lo llevo en el corazón

Hoy al despertar me di cuenta, que dentro de mi llevo un corazón que se ha roto, ha sanado, ha vivido y sigue latiendo día con día. Me di cuenta de que todo lo que tengo lo llevo aquí.

Dentro de aquí se encuentra mi mamá, su risa, sus consejos, sus brazos cuando el mundo me hace sentir pequeña e indefensa. Su fuerza, esa que me regala cuando la mía siento que se agota. Su confort cuando rompo en llanto. Su esperanza que siempre alimentó a la mía. Su amor infinito, su valentía que inspira. Su amistad porque ella sabe que para mí es mi mejor amiga.  

Ahí mismo se encuentran mis abuelas, sus ocurrencias, su sabiduría, sus anécdotas y las infinitas entrevistas que les hago para conocer su mundo, para empaparme de su alegría, de sus dificultades, de sus emociones. Ver el mundo a través de sus ojos. Nuestros viajes, nuestras platicas, su paciencia para escuchar las incontables veces de como supuestamente encontré la fórmula para vivir ligero. Los cafés por la tarde, las jugadas eternas de viuda. Sus corazones que son del tamaño del mundo.

También en otro espacio dentro de aquí están mis hermanas. Esa tercia que por suerte me tocó tener. Aquí llevo conmigo siempre sus ganas de protegerme (dicen que de aquí hasta que tenga 40 años). Sus palabras de aliento, nuestras absurdas peleas, nuestras bromas que solo nosotras entendemos. Las noches cantando, los bailes improvisados, los dolores compartidos, así como las pláticas profundas. Los rituales a la luna, nuestros debates eternos.  Llevo sus palabras de aliento cuando sentía que todos mis sueños jamás se cumplirían. Me sacan sonrisas cuando no quiero sonreír y siempre buscan la manera de que los tragos amargos de la vida me sean más ligeros.  Esa tercia de reinas vive y vivirá siempre cerquita de mí.

Hace más de 10 años llevo también conmigo un hermano que la vida me concedió, que realmente es mi cuñado, pero nos decimos hermanos porque él ha sido eso para mí, es 10 años mayor que yo por lo que soy su “Little sister” como a él le gusta llamarme. Un gran cuñado, guía, hermano y ahora un dedicado papá.

Desde hace 7 años y contando llegó para quedarse: mi mejor amiga. Esa persona con la que he crecido, con la que me he caído, bailado, reído, bebido, viajado, llorado, probado, y un montón de verbos más. Por lo que ya ha dejado de llamarse mi mejor amiga y se convirtió en mi hermana del alma.  Ella ha creído en mí siempre y yo en ella. Hoy nos vemos cumplir nuestros sueños, la vi caer, levantarse, recuperar la fe en ella y emprender múltiples vuelos. Mi pajarillo. Nos levantamos la una a la otra, nos celebramos las victorias, y nos acompañamos en las derrotas. En los momentos importantes que nos han marcado estamos presentes a pesar de la distancia. Hoy puedo decir que la vida me ha dado una amistad verdadera, de esas que tal vez no siempre se encuentran, una amiga eterna.

A su vez hace 5 años conocí a mi “comadre”, con la que comparto cafés cada martes, y pasamos horas intercambiando ideas.  Esa amiga con la que me convierto en una señora de 50 años, con la que me rio, lloro, cuestiono y aprendo. Casi compartimos cumpleaños por un día y dos años de diferencia. Mi amiga la incondicional, mi “comadrita” de cafés y bares. 

Poco a poco y año tras año este corazón punzante y apasionado se ha ido llenando cada día más, se van quedando e integrando nuevas esencias y corazones. Como el de mi sobrino, hace un año ese pequeñito llegó a este mundo y llegó hacer de la vida una más bonita.  A enseñarme que después de muchas tormentas llega eso que te hace sentir el amor infinito e incondicional, como si se experimentara por primera vez. Me llena cada día más con su risa, sus primeros pasos, su inocencia. Y desde que nació, ahora llevo dentro un instinto de leona, uno que me hace querer protegerlo de todo aquello que pueda ocasionarle algún dolor. Mi chaparrito, que con una sonrisa me cura todos los males.

Durante estos años 25 años, mi corazón ha ido recopilando: encuentros fortuitos, relatos breves, relatos largos, coincidencias, abrazos, intercambios de universos, besos inesperados, platicas nocturnas, platicas en distintos idiomas, cafés compartidos, cafés solitarios, unos tragos de mezcal, otros de tequila y uno que otro vino, muchos vinilos y a la vez cigarros.  

Por aquí han cruzado y navegado unas cuantas esencias más, unas se han quedado por un tiempo, otras ya se despidieron, otras se fueron sin decir adiós, pero cada una ha dejado algo aquí dentro, y por eso ahora llevo en el corazón un mar inmenso, uno lleno de gratitud, llanto, amor y rompimiento.

Por último, aquí dentro es donde me tengo, donde me llevo yo. Donde me doy confort, donde crezco y florezco. Me tengo aquí, cerquita, me sostengo, me limpio las heridas, me levanto de las caídas, me enorgullezco y celebro mis victorias, y me consuelo en las derrotas. Contemplo todo eso que me compone, que me hace tan yo. Por que un día me sentí tan lejana que cuando me volví a tener no pude hacer más que sostenerme fuerte, abrazarme, tenerme para siempre.

Un día creí haber perdido tanto, creí haberlo perdido todo, pero era necesario voltear hacia dentro y contemplar que todo lo que tengo y que se ha quedado conmigo lo llevo dentro del corazón.

Este escrito es simplemente un pequeño agradecimiento a esas personas mágicas que me rodean. Para darles un espacio aquí, para recordarles lo importantes que son para mí. Para recordar algunas anécdotas y recordarme a mí misma que, aunque a veces la vida se vea envuelta en caos aquí dentro hay un corazón lleno de tanto.

Solo agradezco todo el amor que me rodea. Lo tomo y atesoro. Es aquí donde un corazón se repara y se fortalece.

Con amor y gratitud,

La poetisa viajera.

Anuncio publicitario

Un comentario sobre “Todo lo que tengo lo llevo en el corazón

Agrega el tuyo

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: